El uso de sustancias de relleno para mejorar la apariencia no es algo nuevo, desde hace tiempo, se vienen utilizado diversas sustancias con la finalidad de rellenar, aumentar y modificar alguna o varias partes del cuerpo. Hoy en día utilizamos tu propia grasa para remodelar tu cuerpo aunque también existen sustancias biocompatibles y de grado médico como el ácido hialurónico y otras, que en pequeñas cantidades y en pacientes ideales, son utilizadas con éxito en tratamientos de rellenos faciales o de bioestimulación.
Dichas sustancias tienen un periodo de permanencia en el cuerpo limitado, siendo absorbidas lentamente por el organismo y luego pueden de nuevo ser inyectadas.
Sin embargo, existen otras sustancias, ajenas al cuerpo, que no son de grado médico y no deben de ser aplicadas en ninguna parte del cuerpo, dichas sustancias son conocidas como Biopolímeros o rellenos sintéticos permanentes.
Las ganas de tener glúteos voluptuosos, bien formados y cuerpos perfectos, está llevando a muchas personas (que creían no poder pagar los honorarios de los cirujanos plásticos), a recurrir a otros procedimientos más baratos, pero muy peligrosos. Ponen su vida en manos de criminales y charlatanes, que se hacen pasar por especialistas médicos. Estos individuos, ajenos al campo de la cirugía plástica, con engaños y falsas promesas inyectan sustancias ilegales, no biodegradables (xenobióticos) creando problemas terribles, destruyendo y arruinando vidas.
En el área de la salud, se refieren a sustancias sintéticas no absorbibles ajenas al cuerpo humano, que una vez inyectadas, el cuerpo no es capaz de procesar o absorber. Se encapsulan formando granulomas locales, mismos que pueden migrar a otras áreas, llegando a desencadenar una excesiva reacción inflamatoria en el organismo. Con el paso de los años, pueden generar afección sistémica, constituyendo una enfermedad inmunológica severa con diversos síntomas. Tarde o temprano, ocasionan problemas graves: desfiguran el cuerpo, producen irregularidades, cambios de coloración, úlceras de piel, necrosis y eventualmente fatalidades.
Son mal llamados “bio”polímeros, ya que no son, ni tienen nada de biológico, ni son biocompatibles con el cuerpo, por ejemplo:
Metacrilato, polimetilmetacrilato (PMMA), silicón (Si), biofil, brogel, hialucorp, vaselina, ácido poli-k-láctico, polimetilsiloxano (PDMS), poliuretanos, poliestireno (polietileno), policloruro de vinilo (PVC), policaprolactona (PCL), polivinil alcohol o alcohol polivinilico (PVA), poliacrilamida (como el aquamid), polialquilimidas (bio alcamid), guayacol, parafina, aceites minerales, de cocina o de coche, productos de mesoterapia, entre muchos otros componentes.
El origen etimológico deriva del Griego, el prefijo “poli”equivalente a “muchos”y el sustantivo “meros” que puede traducirse como “partes”.
Son generalmente derivados del petróleo o del silicón. Desgraciadamente se han utilizado desde hace muchos años erróneamente para rellenar o aumentar labios, pómulos, arrugas faciales, así como glúteos, piernas, senos, pectorales y brazos. Mediante mentiras y falsas promesas, múltiples personas (en realidad criminales), engañan a l@s pacientes diciéndoles que son productos orgánicos, bio compatibles, ácido hialurónico, vitaminas u otras cosas, con el único propósito de ganar dinero fácil.
Esto se ha convertido en una práctica común entre algunas comunidades de Estados Unidos, Canadá, Asia y Europa, pero especialmente en Latinoamérica, extendiéndose a casi todas partes del mundo, convirtiéndose en un real problema de salud pública que cobra las vidas de much@s pacientes.
Generalmente son productos NO APROBADOS por las autoridades sanitarias: por la FDA, CE, COFEPRIS, INVIMA, ANVISA, ANMAT, etc.
Si este es tu caso, es importante retirar estas sustancias de tu organismo lo antes posible.
Lamentablemente existen muchos casos como el de la cantante Alejandra Guzmán, donde le inyectaron sustancias ilegales en los glúteos, productos de origen sintético, no absorbibles y por lo tanto permanentes, los cuales producen en el organismo diversos síntomas.
La inyección de cualquier sustancia ilegal en los glúteos u otras partes del cuerpo con el objetivo de aumentarlos, modificarlos o mejorarlos, puede además causar la muerte inmediata del paciente por embolización a los pulmones, neumonitis, daño de los alveolos pulmonares, síndrome de insuficiencia respiratoria aguda, falla renal o embolia cerebral.
Lamentablemente existen en el mundo miles de personas, en su mayoría mujeres y personas de la comunidad LGTB afectadas por las inyecciones de los mal llamados “Biopolímeros” o productos expansivos aplicados en diversas partes del cuerpo, tales como el rostro, glúteos, caderas, senos, pantorrillas, pero también hay hombres heterosexuales afectados y/o deformados en sus pectorales, glúteos y órganos masculinos a causa de estos tratamientos con fines estéticos.
La experiencia nos muestra que personas ajenas a la cirugía plástica, “charlatanes” que de manera ilegal y clandestina, les aseguran a los pacientes que les van a inyectar ácido hialurónico o colágena, les mienten a aquellos que buscan mejorar su imagen o cumplir el sueño de obtener algún tipo de cambio físico y terminan siendo víctimas de estas inyecciones de substancias altamente peligrosas, que no se deben aplicar en ningún área del cuerpo.
La “extracción o retiro de Biopolímeros” no es una “receta de cocina”, se debe estudiar y analizar cada caso en específico. Se requiere de un exámen físico completo; historial médico, pruebas de laboratorio, una resonancia magnética, y mucha experiencia.
Hay que entender y aceptar que desgraciadamente hasta ahora, no existe ningún método que permita extraer las sustancias inyectadas en su totalidad, debido a que éstas suelen dispersarse, según el tipo de material empleado, su densidad, peso y tiempo de colocación. Estos materiales llegan a penetrar y adherirse a los tejidos profundos de los músculos, vasos, nervios etc. De allí la importancia de ENTENDER y tomar en cuenta que la realidad es que NUNCA podrán ser extraídos al 100% y existe la posibilidad de necesitar posteriores intervenciones. Tenga en cuenta que las complicaciones o problemas derivados de la aplicación de biopolímeros principalmente por migración, formación de granulomas, necrosis de tejidos e infecciones, pueden aparecer de manera inmediata o a los 2, 3, 6 meses,1 año, 10, 15, 20 o hasta 35 años después.
La mejor opción de extracción consiste en retirar los biopolímeros a través de una cirugía abierta. El tiempo de recuperación es de aproximadamente de 6 a 8 semanas.
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